Por Israel González Zuñiga

La atención es una virtud necesaria en nuestra vida, ya sin ella vivimos desesperados, vivimos intranquilos, una vida llena de impaciencia por lo tanto debemos conocer las técnicas de cómo lograr concentrarnos en lo que estamos haciendo. Claro esto no es fácil, no se obtiene de la noche a la mañana pero debemos trabajar en algo que es fundamental para lograr la atención en cada momento de nuestra vida. 

El pueblo de Dios antiguo sufrió mucho por estar viviendo en el pasado, se acordaban de las comidas que habían dejado en Egipto y esto les hacia tropezar y siempre estaban renegando de Dios. Todo por no poner atención a lo que estaban viviendo actualmente, y este era su problema. Tantas maravillas que Dios les mostró sin embargo no fueron capaces de contemplar esas grandes maravillas.  Por no poner la atención adecuada al presente. 

APRENDE A VIVIR CADA MOMENTO. 

Esta es una habilidad que nos ayudara en todo lo que hagamos. Estar aquí y ahora, relajados y concentrados en lo que estamos haciendo. 

En la vida cotidiana, la atención es una mente alerta que tiene conciencia de cada aspecto de lo que está sucediendo y lo que hay que hacer, sin desesperarse.  

La atención consiste en atender únicamente el presente, note esto mi querido lector. Sin preocuparse del pasado, o del futuro. Y esto es un gran problema en nuestra vida. Estamos pensando en la cosas del ayer esto nos deprime, estamos pensando en el futuro y esto nos angustia. No nos preocupemos por el pasado ni por el futuro. Ocúpese en el de de HOY. Leyó bien se lo subrayo “hoy” 

Dijo el Señor Jesús. Por nada estés afanoso. Que habéis de comer o que habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, que habéis de vestir. Mateo 6:25. Con énfasis mío. 

EXAMINA TUS ACTIVIDADES FISICAS Y MENTALES 

Necesitamos atención y conciencia, de otro modo la mente echara a correr como una fiera salvaje, incapaz de concentrarse ni de descansar ni de siquiera un momento.  

Decía Shantideva. 

Suplico con todas mis fuerzas a los que desean cuidar su mente: 

Por favor, preservar la atención y la conciencia incluso a costa  

de su propia vida. 

El Apóstol Pedro escribe: 

Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene 

Cuidado de vosotros. 1Pedro 5:7 

El fruto de la atención es la protección que nos proporciona en todo tipo de confusiones y dificultades.  

Poner la atención en nuestro gran Dios todos los días de nuestra vida, que Dios sea nuestro vivir. Cuando aprendamos a fijar nuestra atención en ese Dios maravilloso, hasta entonces dejaremos de estar pensando en el pasado y en el futuro, esas cosas que tanto agobian nuestra mente. 

Gracias a la atención y la conciencia aprendemos a ser pacientes o actuar, según las exigencias del momento. Entonces la paciencia se convierte en una energía transformadora. 

Cuando quieras moverte o quieras hablar,  

primero examina tu mente 

y luego, con  firmeza, actúa correctamente. 

Cuando descubras que en ti hay odio rencor en tu mente, 

No actúes ni hables, quédate inmóvil. 

HAY QUE EMPEZR A DESARROLLAR ESTE BUEN HÁBITO 

La práctica de la atención no debe causarnos tensión nerviosa. Si la causa, puede ser una señal de que nos estamos esforzando demasiado, de que nos estamos aferrando a la atención, necesitamos relajarnos un poco, tranquilizarnos. Dios quiere que vivamos tranquilos en paz. Bien diría el Apóstol Pablo allá a los filipenses: Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.  

En este mundo que nos ha tocado vivir, un mundo fuera de control, si le ponemos atención a esas cosas negativas que estamos viviendo, vamos a afectar nuestra mente, y nuestra atención a las cosas de Dios se va afectar. 

Déjame te digo algo: 

La atención, o la conciencia, no significa que haya que pensar y ser consiente: <<Estoy haciendo esto>> o <<Estoy haciendo lo otro>>  No. Al contrario. En cuanto piensas: <<Estoy haciendo esto>>, te cohíbes, y entonces no vives en la acción, sino en la idea de <<Yo estoy<< y por lo tanto malgastas la energía. Debes olvidarte de ti mismo por completo y perderte en lo que haces. 

Te lo digo por experiencia propia. Yo soy predicador del Evangelio, soy una persona que habla públicamente y he cometido errores por estar pensando que es lo que debo hacer cuando estoy exponiendo un mensaje de las Escrituras. ¿Entonces que hay que hacer? 

<<Entregarte completamente en lo que estás haciendo<< 

Mira mi estimado lector. 

Si mantenemos un estado de ánimo relajado y amplio, podemos vivir en una corriente espontanea de atención y conciencia. Nuestra mente se volverá más firme, en lugar de fragmentarse constantemente en pensamientos dispersos y perseguir alocadamente el pasado y el futuro. Después de un tiempo nuestra concentración mejorará y nos resultará más fácil meditar. Si aprendemos a disfrutar y a estar en el momento presente, conseguiremos amplitud y tiempo inagotable. Si estamos atentos, encontraremos la paz en nosotros mismos. 

Por lo demás hermanos, todo lo que es verdadero,  

todo lo honesto, todo lo amable, todo lo que es de ben nombre;  

si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. 

Filipenses 4:8 

Recuerda: 

Examinadlo todo y retener lo bueno. 

Dios le bendiga.